Complicado y Delicioso… esas son las dos palabras que me vienen a la mente cuando pienso en el restaurante RAYA by Mario Pagán ubicado en el primer piso del hotel O:LV en Condado. Aunque complicado por el estacionamiento que es un desafío, el esfuerzo es justificado por la excepcional experiencia gastronómica. RAYA es uno de los cinco restaurantes del chef boricua de merecida fama internacional, Mario Pagan. El chef nació y creció en San Juan donde desarrolló su pasión por la cocina. Comenzó a estudiar arquitectura en Miami, pero en 1994 se percató que su pasión estaba en la gastronomía e ingresó a la prestigiosa escuela de gastronomía Johnson and Wales. Ha trabajado con reconocidos chefs incluyendo Alfredo Ayala en el Restaurante Chayote en 1997.
El menú de RAYA consiste en una fusión de sabores caribeños y asiáticos con platos verdaderamente complejos y exquisitos. El restaurante cuenta con un ambiente lujoso con un interior moderno y elegantemente diseñado. El salón tiene capacidad para 8 mesas en el interior y 4 en el exterior, por tanto es un lugar relativamente pequeño. Debido al espacio reducido en el interior, puede ser un poquito ruidoso cuando lleno.
Su lista de vinos es extensa, con alrededor de 100 opciones que fluctúan desde $40 hasta $770. También ofrecen una selección de cócteles, muchos con inspiración asiática. Probé el Mai Tai, que estaba bueno, pero un poco dulce para mi gusto.
La cena comenzó con un Amuse Bouche excepcional, una sopa de champiñones con un toque japonés de furikake. La complejidad de una sopa tan sencilla es interesante y nos dejó con ganas de más. También nos puso en el estado de ánimo adecuado para el resto de la comida. Los entrantes que probamos incluyeron el Maduro Chorizo Wonton que ofrece la complejidad del queso de cabra con la salinidad del chorizo y el dulzor del plátano. Nos encantó la fusión de sabores puertorriqueños y asiáticos en cada bocado de este dumpling.
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Seguimos con un plato fuera del menú, el Ahi Tuna Toro que se sirvió sobre una fritura de yautía que estaba perfectamente crujiente. Las Gyozas de Longaniza con Camarones estuvieron sabrosas, aunque comparadas con los otros entrantes fueron lo menos emocionante. Sin embargo, los Oxtail Guisada Dumplings fueron mi entrante favorito. Cocinados a la perfección al vapor y posteriormente dorados en la sartén, presentaban una textura crujiente con un estallido de sabores. En cuanto a los platos principales, el pato con arroz frito crujiente fue espectacular. El arroz estaba simplemente perfecto ya que usan pegao lo cual le da un toque especial. También disfrutamos el Mongolian Wagyu Brisket, que tenía el equilibrio hermoso entre dulce y vinagre, que lo hacía delicioso
Ahora llegamos a los postres y aunque solo había dos opciones, quedamos satisfechos. El Sticky Date Pudding con helado de horchata fue una combinación de sabores poco usual pero divina. El pastel de chocolate con helado de coco y caramelo salado es un postre más tradicional, aunque con un ligero desbalance en la cantidad de sal en el helado.
El personal del restaurante brinda un servicio excepcional. Son muy atentos y dispuestos a ofrecer excelentes recomendaciones. Lamentablemente, el servicio de valet para estacionar fue problemático. Después de una larga espera en una fila para el valet, me pidieron que estacionara mi carro en la calle y les dejara las llaves porque no tenían suficiente personal. Al culminar la noche, esperamos más de 20 minutos para que trajeran el carro, aunque les notificamos con 10 minutos de anticipación utilizando el sistema de texto que ofrecen. Además, el costo de $22 por el estacionamiento me pareció excesivo especialmente considerando que el servicio pésimo. En el futuro usaré Uber para evitar que este dolor de cabeza arruine lo que fue una experiencia casi perfecta.
En resumen, Mario Pagán ha creado una experiencia gastronómica excepcional en Raya. Sin duda se merece los numerosos premios que se le han otorgado.
